• El cierre de un año y el inicio de un nuevo ciclo es el momento ideal para reflexionar sobre las finanzas personales y elaborar un presupuesto anual, lo cual ayudará a identificar áreas de mejora y establecer un plan para un futuro económico más saludable.
  • Para crear un presupuesto realista, es crucial contar con información detallada de los gastos previos, establecer metas financieras, identificar ingresos y gastos fijos, y destinar una parte del presupuesto al ahorro y al pago de deudas.
  • Además, es importante incluir en el presupuesto un fondo de emergencia, ahorrar un porcentaje fijo del ingreso mensual, y revisar periódicamente el presupuesto para ajustarlo a cambios en la situación financiera.
El cierre de un año y el inicio de un nuevo ciclo es el momento clave para reflexionar sobre las finanzas personales y planificar un futuro económico más saludable. En este sentido, elaborar un presupuesto anual para asegurar el bienestar financiero durante el próximo año, permitirá identificar los factores de mejora y establecer una hoja de ruta.

“Uno de los errores más comunes que las personas cometen al preparar su presupuesto anual es no contar con una base completa de información. Es fundamental tener un registro detallado de gastos previos, pues sin ello, es difícil crear una planificación realista y ajustada a la realidad financiera. Esto no solo sirve para tener un control de los ingresos y egresos, sino también como una herramienta eficaz para alcanzar objetivos personales y financieros”, asegura Carolina Landín, del Programa de Educación Financiera de Produbanco.

A continuación, la experta comparte las claves para elaborar un presupuesto acorde a las necesidades:
  • Establecer metas financieras. Poner en orden las finanzas requiere de establecer aquellos objetivos personales y familiares, eso permitirá conocer las necesidades mensuales y seguir la hoja de ruta correcta. 
  • Identificar los ingresos. Antes de definir cualquier aspecto del presupuesto, se debe considerar el salario mensual neto. Esto ayudará a calcular cuánto dinero se tiene disponible después de impuestos y deducciones. Además de los ingresos principales, también es fundamental incluir ingresos adicionales, como alquileres u otros trabajos remunerados.
  • Sumar los gastos fijos. Es necesario definir aquellos pagos que se deben realizar de forma regular, como la hipoteca o alquiler, cuotas de auto, servicios públicos, entre otros. Igualmente, se debe tener en cuenta los gastos no mensuales, como impuestos, seguros anuales, matrículas escolares o viajes. Para estos, se recomienda dividirlos entre 12 y ahorrar cada mes.
No menos importante son las contribuciones a las metas financieras, tales como el ahorro, el pago de deudas o proyectos a largo plazo. Asegurarse de destinar una parte del presupuesto a estos fines es clave para una buena salud financiera.
  • Hacer del ahorro un hábito. Se recomienda por lo menos ahorrar un 10% del ingreso mensual para cumplir las metas a corto, mediano y largo plazo. Además, es recomendable invertir una parte del ahorro en productos financieros que generen rendimientos, como cuentas de ahorro, fondos de inversión o depósitos a plazo.
En este punto, se recomienda la utilización de productos de ahorro diseñados para cumplir metas específicas, como fondos para estudios, viajes o la compra de una vivienda. Esta estrategia permite un mejor control de los recursos y la ejecución de los planes financieros de manera más eficiente.
  • Determinar los gastos discrecionales. También podemos aquellos que no son necesarios pero que permiten disfrutar de la vida, como cenas, entretenimiento o vacaciones. Para calcularlos, es recomendable revisar los gastos de los últimos meses para estimar un promedio mensual.
  • Contar con un fondo de emergencia. Mantener un fondo de emergencia es esencial para afrontar imprevistos. Se recomienda que este fondo cubra al menos tres meses de ingresos. Si aún no se tiene un fondo de emergencia, esta debería ser la primera meta financiera a alcanzar en 2025.
Al crear el presupuesto para el 2025, “es crucial tener en cuenta factores externos, como la inflación, cambios en tasas de interés y nuevas regulaciones fiscales. Estos aspectos pueden impactar tanto en los gastos como en los ingresos y deben ser considerados para evitar sorpresas”, afirma la experta.

El presupuesto no debe considerarse un documento estático. Se recomienda revisarlo de manera mensual para ajustar los valores según cambios en los ingresos, gastos o metas. La revisión constante permitirá asegurarse de que se cumpla lo planeado y realizar los cambios necesarios.