Diciembre es un mes tradicionalmente asociado con celebraciones, unión familiar y alegría. Sin embargo, no todas las personas lo experimentan de esta manera. Muchos enfrentan sentimientos de tristeza, soledad o duelo, lo que puede intensificarse durante estas fechas. Es importante validar estas emociones y buscar herramientas para sobrellevar.
En Ecuador, los datos son preocupantes. Según el Ministerio de Salud Pública, en 2023 se registraron 1.106 suicidios consumados. Estas cifras reflejan la necesidad urgente de abordar el impacto emocional de estas fechas.
Para la doctora Estefany Estrella, psicóloga del Hospital de los Valles, señala que las emociones negativas que surgen durante esta temporada no son inusuales ni erróneas. “Es fundamental validar los sentimientos que puedan surgir en este período, en lugar de sentir culpa o presión por experimentar alegría. Aceptar la realidad emocional es el primer paso para afrontarla de forma saludable”, afirma la especialista.
Entre los factores que pueden contribuir al malestar emocional en diciembre, la especialista destaca los principales:
- La nostalgia por la ausencia de seres queridos
- La percepción de soledad frente a las festividades familiares
- La comparación constante que fomentan las redes sociales. Estas plataformas suelen mostrar imágenes idealizadas de celebraciones, generando en algunos una sensación de insuficiencia o frustración.
El consumo de alcohol y otras sustancias, que aumentan en estas fechas, puede agravar significativamente los sentimientos de tristeza o desesperanza. “El consumo excesivo de alcohol, por ejemplo, bloquea la capacidad de tomar decisiones con claridad, incrementando el riesgo de comportamientos impulsivos o autodestructivos”, advierte la doctora Estrella.
Además, las expectativas familiares y sociales pueden convertirse en una fuente adicional de estrés. Las tradiciones, aunque significativas para algunos, pueden ser percibidas como obligaciones para otros, especialmente cuando existen conflictos familiares o problemas económicos. “Es importante entender que no todas las familias son un espacio seguro o constructivo. Forzar interacciones con personas que afectan nuestra salud emocional puede ser más dañino que beneficioso”, recalca el especialista.
La crisis energética y económica que atraviesa Ecuador añade una capa de dificultad adicional a las fiestas de este año. Para quienes valoran estas celebraciones, la imposibilidad de realizarlas como antes puede generar frustración. Para otros, las interrupciones eléctricas y las limitaciones económicas aumentan el aislamiento y la tristeza. Sin embargo, la doctora Estrella invita a ver estas situaciones como oportunidades para fortalecer vínculos de manera distinta: “Compartir momentos auténticos y conversaciones profundas puede ser más valioso que cualquier tradición material”, afirma.
Las fiestas pueden ser un momento difícil, pero también representan una oportunidad para construir resiliencia y reforzar vínculos emocionales desde una perspectiva de autenticidad. Buscar ayuda profesional no solo es una opción válida, sino también una decisión proactiva para superar desafíos emocionales y fomentar el bienestar.
“Las adversidades no definen nuestra capacidad para encontrar bienestar. Con las herramientas adecuadas, podemos transformar el dolor en el aprendizaje y el aislamiento en la conexión. La clave está en aceptar lo que sentimos y actuar desde el autocuidado y el amor propio”, concluye la doctora Estrella.