El autocuidado implica una actitud activa hacia la gestión del bienestar personal. Más allá de tratar problemas de salud cuando surgen, se enfoca en adoptar prácticas que previenen enfermedades y promueven una vida saludable. En un contexto global marcado por el aumento de enfermedades crónicas y desafíos para los sistemas de salud, este enfoque se vuelve cada vez más relevante.

Cada 24 de julio, el Día Mundial del Autocuidado reconoce a esta práctica como una herramienta poderosa para la prevención, brindando a las personas la oportunidad de mejorar su calidad de vida y reducir el riesgo de afecciones a través de acciones simples pero efectivas.

En el marco de esta fecha, FEMSA Salud destaca la importancia de cuidar la salud de sus colaboradores y de la comunidad ecuatoriana a través de la prevención. La doctora Erika Hernández, Médico Ocupacional de la compañía, señala que “El autocuidado brinda a las personas la capacidad de tomar decisiones informadas que pueden impactar positivamente en su bienestar a largo plazo. Invertir en prácticas preventivas es una forma eficaz de asegurar una vida más plena y saludable.”

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 70 % de las muertes en el mundo se deben a afecciones no transmisibles, como enfermedades cardíacas, cáncer y diabetes. Estas condiciones, a menudo, se pueden prevenir con la adopción de hábitos saludables.

En Ecuador, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), las enfermedades crónicas no transmisibles son responsables de una alta tasa de mortalidad. Según el informe de la encuesta STEPS realizada en 2018, el 45,2 % de la población tenía presión arterial elevada no diagnosticada previamente y el 25,7 % presentaba obesidad.

Para promover el autocuidado, FEMSA Salud implementa diversas estrategias entre sus colaboradores, incluyendo programas de actividad física, asesoramiento nutricional, capacitaciones sobre manejo del estrés y chequeos médicos preventivos. Estas acciones están diseñadas para capacitar a los individuos en la gestión activa de su bienestar.

La doctora Hernández recomienda integrar hábitos en la vida diaria para mejorar el bienestar general:

· Consumir una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras puede marcar una gran diferencia en la salud. Evitar alimentos procesados y azúcares añadidos también es crucial.

· Realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada cada semana. Esto incluye caminatas, ciclismo, natación o cualquier actividad que eleve el ritmo cardíaco.

· Dormir entre 7 y 8 horas cada noche es fundamental para la recuperación del cuerpo y la mente.

· Practicar meditación, yoga y respiración profunda para reducir el estrés y promover el equilibrio mental.

· Realizar exámenes periódicos de monitoreo y de detección de problemas de manera temprana.

Hernández destaca que, aunque no podemos cambiar nuestros genes, podemos prevenir muchas afecciones mediante un estilo de vida saludable. Además, resalta que el consumo de vitaminas, minerales, suplementos alimenticios, probióticos y más, son complementarios para implementar una rutina de autocuidado de acuerdo con las necesidades de cada persona. Por eso, FEMSA Salud cuenta con la categoría "Bienestar", que promueve el autocuidado con un amplio portafolio de productos fabricados bajo estrictas normas de calidad y con componentes naturales.

FEMSA Salud, comprometida con la salud y bienestar de los ecuatorianos, ejecuta campañas de concientización y programas de salud, para que las personas se conviertan en agentes activos de su bienestar.