La Generación Z, en su afán por resaltar su singularidad y estilo personal, está alejándose de los estándares de belleza convencionales, con un enfoque de autenticidad sobre la perfección.

Nacida entre mediados de los años 90 y principios de los 2000, esta generación es un motor de las tendencias estéticas más avanzadas, debido a su relación con la tecnología desde una edad temprana, la influencia de las redes sociales y plataformas digitales. Asimismo, su interés en el bienestar holístico ha hecho que se orienten por tratamientos estéticos que no solo mejoren su apariencia física, sino que también promuevan su salud y bienestar general.

En este contexto, la Dra. Verónica Bravo, directora médica de Kalos Clínica Estética, comenta que la industria de la medicina estética y sus profesionales han tenido que evolucionar a la par de los requerimientos y deseos de este grupo demográfico, ofreciendo una variedad de tratamientos.

Por ejemplo, un 75% de nuestros pacientes solicitan procedimientos no invasivos, orientados a la anatomía facial, destacamos, el aumento de labios, la proyección de mejillas, la mejora de la calidad de la piel, así como definición de nariz, mandíbula y el mentón. Mientras que, en corporales los más demandados son armonización corporal y reducción de medidas y grasa localizada.



Para suplir estas necesidades se considera:


El Hialurino, un procedimiento rápido y efectivo, sin cirugía y resultados inmediatos, en el cual se aplica hilos bio compatibles debajo de la piel para levantar la punta de la nariz y perfilarla.

La mesoterapia con vitaminas y ácido hialurónico, son microinyecciones que aportan a la piel una nutrición para mejorar su calidad y aspecto, utilizando productos reabsorbibles, a diferencia de los polímeros que son permanentes y dañinos para la salud.


El HIFU corporal, un ultrasonido combinado con terapias de ultrasonido focalizado, que elimina la grasa localizada y permite reducir hasta 8cm desde la primera sesión, tonificando y moldeando la figura.

A pesar de tener identificadas las prácticas más recomendadas, los profesionales de la estética enfrentan desafíos al abordar las necesidades de esta generación. La Dra. Verónica Bravo, con amplia experiencia en el campo, destaca la importancia de una evaluación cuidadosa, especialmente en pacientes entre 18 a 20 años, debido a que sus cuerpos aún están en desarrollo y es esencial prevenir cualquier riesgo potencial de trastorno dismórfico corporal.

Mientras que la búsqueda de una apariencia “exagerada”, influenciada por las redes sociales, es común entre los pacientes de entre 25 y 30 años; por lo que en ambos rangos de edad es indispensable una primera consulta integral para comprender los objetivos del tratamiento.

Definidos como clientes "Beautification", estos individuos, altamente informados y con una mentalidad abierta, también se inclinan por servicios que no solo mejoran su apariencia física, sino que reflejen un creciente interés en el cuidado más profundo de la piel.

En Kalos Clínica Estética, recomiendan a sus clientes realizarse procedimientos de Skincare Personalizado, ideal para mantener una piel juvenil y saludable a largo plazo, considerando que, el camino hacia una tez impecable a los 40 años comienza con los cuidados desde los 20 y alrededor de los 25 años ya comienzan a ser visibles los primeros signos de envejecimiento en la piel debido a la disminución de colágeno.


“Junto a mi equipo, empleamos una aparatología de última generación para ofrecer tratamientos estéticos de vanguardia, ya que estamos comprometidos a satisfacer las demandas de las distintas generaciones y a promover la salud y bienestar integral”, finalizó la Dra. Verónica Bravo, directora médica de Kalos Clínica Estética.