Los micronúcleos son estructuras más pequeñas que los núcleos celulares, derivadas de estos últimos, que contienen material genético no integrado durante la división celular. Su presencia puede indicar errores cromosómicos o aberraciones, convirtiéndolos en posibles marcadores de daño genético.
En este contexto, la UTPL, a través de su maestría en Análisis Biológico y Diagnóstico de Laboratorio, promueve iniciativas para identificar agentes o inductores de daño celular y genético.
Gabriela Cevallos Solórzano, docente investigadora de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), explica que este tipo de estructuras no son usuales en el organismo humano y comenta que su identificación permite determinar la existencia de “daño genético”.
“Desde el campo de la genética, se puede aprovechar como un bioindicador de un posible daño a nivel celular, evaluando el ambiente y los factores a los que se encuentre expuesto un organismo, la incidencia de dicho entorno y el posible daño que está generando”, explica Cevallos.
La catedrática comenta que, en este campo científico, la UTPL ha desarrollado varios proyectos de investigación, enfocados en evaluar la incidencia de los plaguicidas utilizados en la provincia de Loja.
Por otra parte, comenta que la universidad ha elaborado propuestas para evaluar el nivel de degradación en los bosques secos de Loja, como medida del impacto del ambiente en la estabilidad genética de los organismos; al evaluar las alteraciones nucleares en células sanguíneas de aves.
Estas propuestas han permitido desarrollar no solo trabajos de investigación, sino artículos científicos y productos para revistas especializadas.
Para la investigadora, el desarrollo de este tipo de estudios conlleva varios beneficios para toda la población. Entre ellos, señala la posibilidad de determinar qué tipo de agentes o factores del ambiente están incidiendo en el daño genético o predisponiendo a los organismos para el desarrollo de ciertas enfermedades.
La docente destaca que esta técnica es de fácil ejecución y abre la posibilidad de implementar estudios más avanzados y específicos para determinar con precisión el nivel de daño genético y la causa.
Esta investigación permite proveer a la población de conocimientos y herramientas claves en la toma de decisiones en torno a la prevención de enfermedades y malformaciones genéticas. Además, las aplicaciones de este tipo de investigaciones se pueden extender a otras áreas y resultan beneficiosas para garantizar un desarrollo óptimo de diferentes organismos.