Los trabajos relacionados a la economía informal, como el transporte pesado, son considerados una de las actividades más peligrosas para los trabajadores, de acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Esto debido a las condiciones propias de este tipo de actividad como permanecer sentados por largo tiempo, posturas incorrectas al conducir, exposición al ruido y al smog del parque automotor, entre otros que generan enfermedades a largo plazo.
En este contexto y en el marco del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo (27 de abril), es importante generar conciencia en este grupo de trabajadores sobre la importancia de implementar medidas preventivas para evitar las enfermedades relacionadas a su trabajo como conductores del transporte pesado.
“Todos los conductores de cualquier tipo de vehículo están expuestos a diferentes riesgos, principalmente a los accidentes de tránsito. Sin embargo, los transportistas de camiones están más propensos a sufrir enfermedades laborales por la conducción, ya que están sometidos a largas horas de viaje, a un continuo estado de alerta y estrés; que sumados a un trabajo sedentario e incluso un trabajo solitario, en muchas ocasiones puede afectar a no solo su estado físico sino psicológicos. Todos estos y algunos factores que no son tan visibles, pueden afectar la calidad de vida de los profesionales de este sector”, explica la Dra. Ruth Gavilanes, Médico Ocupacional de Teojama Comercial.
Sobre las principales enfermedades laborales
Cansancio y fatiga crónica: Las largas jornadas de manejo y la falta de descanso adecuado, 8 horas según lo recomendado, pueden provocar hábitos poco saludables de sueño. Esto debido a que, en muchas ocasiones, los períodos de descanso no son tomados en serio, cuando el cuerpo necesita recuperarse. Además, para compensar el cansancio muchos recurren al consumo en exceso de cafeína, lo cual también puede traer implicaciones a nivel de la salud, generando hipertensión, dolor de cabeza e incluso elevar los niveles de colesterol.
Mala alimentación: Debido a la naturaleza de su actividad, los conductores suelen tener malos hábitos alimenticios, sobre todo por no llevar un horario fijo de comidas y comer fuera de casa. Esto puede generar problemas gástricos o derivar en desórdenes alimenticios como anemia, obesidad, mala nutrición, los cuales pueden afectar a órganos esenciales como el corazón.
Lesiones ergonómicas por mala postura al conducir: Los riesgos ergonómicos son comunes en esta profesión debido a la gran cantidad de tiempo que pasan sentados.
“La poca movilidad y ausencia absoluta de pausas activas, también contribuyen. Esto puede afectar en la columna vertebral generando lumbalgias, e incluso dolores musculares en las extremidades”, explica la especialista de Teojama Comercial.
Covid-19: El transporte pesado es uno de los sectores de primera línea, ya que tienen a su cargo la movilización de insumos de primera necesidad así como de la población. Es así que los conductores, en especial del servicio de pasajeros, están más expuestos al contagio del virus, al tener un constante contacto físico con otras personas y verse en la necesidad de comer en diferentes establecimientos públicos.
Estrés: Este tipo de trabajo genera un alto nivel de tensión inducido por las exigencias propias de la actividad; se requiere estar en constante atención al público, al tráfico, y a todas las señales de la carretera, lo cual puede producir además fatiga visual, auditiva y mental.
Ansiedad: Se puede incrementar en la realidad actual por el miedo al contagio, incertidumbre de la situación económica, falta de sueño y exceso de información sobre el virus.
Medidas de prevención
De acuerdo con la Dra. Ruth Gavilanes, Médico Ocupacional de Teojama Comercial, estas enfermedades pueden ser mitigadas mediante varias medidas preventivas fáciles y prácticas de aplicar. Las principales son:
● Incrementar el consumo de líquidos para mantenerse hidratado; además que ayudará a fortalecer el sistema inmunitario.
● Determinar horarios de las rutas con anticipación y evitar sobreexigencias.
● Organizar un horario de comida, dentro del cronograma de actividades de conductor, lo cual mejorará su metabolismo y garantizará el correcto funcionamiento de su sistema digestivo.
● Evitar la comida chatarra y grasas, en su lugar buscar opciones más saludables, si es posible llevar comida de casa. Disminuir el consumo de gluten (arroz, pan, cereales) y evitar el consumo excesivo de bebidas energizantes y cafeína.
● Procurar un descanso adecuado, durmiendo las 8 horas diarias recomendadas.
● Realizar actividad física en casa.
● En el contexto de la pandemia, no bajar la guardia ante el COVID-19 y mantener el uso diario de doble mascarilla, gel antibacterial, alcohol, lavado de manos y distanciamiento social.