A nivel mundial, se calcula que aproximadamente 1.300 millones de personas viven con alguna forma de deficiencia en la visión, de acuerdo a estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (estudio a octubre de 2018). Entre las enfermedades visuales con mayor nivel de afectación están: el glaucoma y las cataratas.
El glaucoma es una enfermedad degenerativa que causa daño progresivo del nervio óptico (encargado de transmitir la información visual desde la retina hasta el cerebro), puede ser ocasionado por el aumento de presión dentro del ojo y desencadena en ceguera de manera irreversible. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, 4,5 millones de personas están ciegas a causa del glaucoma a nivel mundial, 60 millones de personas sufren esta enfermedad y se prevé que para este año 2020 esta cifra ascienda a 80 millones de personas.
Esta enfermedad no presenta una sintomatología marcada en las primeras etapas, únicamente puede presentar acortamiento del campo visual cuando ya se llega a una de las fases más avanzadas. En el marco del Día Mundial del Glaucoma, que se celebra el 12 de marzo de cada año, el Dr. Pedro Finol, oftalmólogo de la Clínica Andes Visión, explica los factores que incrementan el riesgo de padecer esta enfermedad considerada la segunda causa de ceguera irreversible en todo el mundo.
Los 10 factores que predisponen esta enfermedad:
De acuerdo al especialista de Clínica Andes Visión, esta enfermedad se presenta tanto en hombres como en mujeres. A continuación, detallamos los 10 factores de riesgos a considerar:
Presión intraocular elevada: Provoca el daño del nervio óptico perdiendo sus fibras ganglionares y generando déficit del campo visual.
Herencia y familiares en primer grado con glaucoma: El glaucoma de ángulo abierto y cerrado primario es netamente genético.
Padecer enfermedades crónicas como hipertensión arterial y diabetes.
Tener enfermedades cardíacas como cardiopatía isquémica.
Miopía o hipermetropía alta: La miopía es un factor de riesgo ya que al tener ojos grandes el paciente puede experimentar fenómenos isquémicos (falta de oxígeno) en el nervio óptico. A su vez, la hipermetropía genera más glaucoma de ángulo cerrado por tratarse de ojo pequeño.
Ser mayor de 60 años: Los adultos mayores van perdiendo la capacidad de drenar el humor acuoso (fluido interno del ojo) con el pasar de los años.
Tener córneas delgadas: Subestiman la medición de la presión intraocular por lo que un paciente con córnea delgada siempre tendrá una presión un poco más alta de la que se midió.
Traumas oculares: Son muy peligrosos ya que pueden generar un aumento sostenido de la presión intraocular y genera glaucoma a través de una condición llamada “Recesión Angular” por la presencia de sangre en el compartimiento anterior del ojo (HIFEMA).
Uso prolongado de corticoides, esteroides y vasoconstrictores: Estos agentes elevan la presión del ojo y pueden generar glaucoma ya que limitan la salida del humor acuoso (fluido interno del ojo) a través del ojo en la trabécula y cambian la composición química de este fluido alterando su salida.
Ascendencia afroamericana o hispana.
B) Actúe de manera oportuna
Al ser el Glaucoma una enfermedad silenciosa, debemos poner especial cuidado para enfrentarla. Uno de los pasos fundamentales es realizarse una valoración anual con un especialista. El Dr. Pedro Finol de Andes Visión enfatiza que esta enfermedad no tiene cura, pero puede prevenirse y tratarse si se actúa a tiempo y se lo detecta en fases iniciales.
Tome en cuenta las siguientes recomendaciones:
● Acudir a controles oftalmológicos frecuentes para valorar su presión intraocular, gonioscopia (estado del ángulo de drenaje del ojo) y fondo de ojo. Si la presión del ojo está controlada, el nervio óptico está menos expuesto al riesgo de ser lesionado y esto protegerá la visión.
● Realizarse estudios de diagnóstico como la campimetría, tomografía de coherencia óptica y paquimetría (grosor corneal). Actualmente hay nuevos métodos como el electrorretinograma “Patron” que detectan indicios de daño, incluso antes que se instaure el glaucoma como tal.
● Realizarse cirugías preventivas, que muchas veces podrían ser curativas. Pueden ser de tipo filtrante, láser YAG o con dispositivos de drenaje.
● No fumar ni beber alcohol.
● Llevar una dieta saludable.
● No automedicarse.
● Si ya presenta glaucoma, el paciente debe usar colirios recetados por el médico para controlar la presión intraocular por toda la vida. Estos son efectivos en más del 90% de los casos. Es vital que acudan 3 veces al año a la consulta médica.